Para algunas personas, la cirugía oral tan solo es un procedimiento ambulatorio que requiere de cuidados postoperatorios poco intensivos y de corta duración. Que el paciente pueda irse a casa poco después de la intervención conduce a veces al error de imaginar una recuperación sencilla a la que no hay que prestarle demasiada atención.

Resulta fundamental seguir las instrucciones postoperatorias del dentista que la llevó a cabo. De esta manera podremos prevenir cualquier complicación y favoreceremos una curación adecuada.

 

Recomendaciones postoperatorias de una cirugía oral

• Reposo en casa
El cuerpo necesita recuperarse tras la intervención. Si nos queremos acostar, lo ideal es hacerlo con la cabeza apoyada en almohadas. Así es posible favorecer el flujo sanguíneo adecuado a la cabeza y aminorar la hinchazón de la boca y la cara. También se reduce el sangrado excesivo tras la cirugía oral.

• Aplicar hielo en la cara
Permite reducir la hinchazón. Lo recomendable es aplicar el hielo durante breves periodos de tiempo y envuelto además en un paño o toalla.

• Tomar los medicamente prescritos
Es necesario tomar la medicación para el dolor en cuanto nos lo hayan indicado. Incluso si aún no sentimos dolor. Es más fácil prevenirlo que tratarlo una vez que se produce. No debemos saltarnos ninguna dosis, aunque por ello tengamos que despertarnos a media noche.

• Ingerir alimentos blandos
Una vez que se detenga el sangrado tras la cirugía oral, podremos consumir alimentos blandos. Al menos durante los dos días posteriores. Puede tratarse, por ejemplo, tanto de alimentos líquidos como la sopa, como de purés de patatas o yogures.

• Mantener limpia la boca
Normalmente no hay que enjuagársela durante las 24 horas posteriores a la cirugía oral. Pasado este tiempo, es importante hacerlo unas cuatro veces al día con agua salada tibia, sobre todo después de comer. De esta forma conseguiremos eliminar los restos de comida de la boca.

• Tomar vitaminas
Es muy recomendable el consumo de alimentos saludables, ricos en vitaminas A y C. Gracias a estas vitaminas se favorece la cicatrización y podremos recuperarnos con mayor rapidez.

 

Lo que no debemos hacer tras una cirugía oral
Seguir a rajatabla las indicaciones del profesional de la medicina que nos atendió es la mejor manera de realizar un postoperatorio adecuado. Entre aquello que no debemos hacer está:

• Esfuerzos
No es momento de ir al gimnasio ni de ponerse a correr. El cuerpo debe descansar. Durante los primeros días tras la cirugía oral lo mejor es dejar para la siguiente semana el levantar objetos pesados o realizar ejercicios extenuantes.

• Tomar alimentos o bebidas calientes
Con la boca todavía adormecida no debemos consumir alimentos o bebidas calientes. Podrían quemarnos la lengua o el paladar. La paciencia constituye el mejor recurso. En breve podremos seguir con nuestra vida normal.

• Comer alimentos duros o crujientes
Alimentos duros y crujientes, como las zanahorias y las palomitas de maíz, por ejemplo, no son recomendables las primeras semanas. Sobre todo, al masticarlos en la zona donde ha tenido lugar la cirugía oral.

• Cepillarnos los dientes o utilizar el hilo dental
Hasta que el dentista nos lo autorice debemos estar un tiempo sin realizar este tiempo de limpieza bucal. Y cuando la reanudemos, tendremos que hacerlo con gran cuidado y suavidad.

• Fumar o beber alcohol durante las siguientes 24 horas
Lo mínimo en este tiempo, aunque siempre será beneficioso para nuestra salud el prolongar el retorno al nocivo hábito. Quizá esta sea una buena oportunidad para intentar dejarlo.

Lo mismo ocurre con el alcohol. Su consumo dentro de las primeras 24 horas tras la cirugía oral puede interferir en el proceso de curación. Tampoco debemos consumirlo si estamos tomando algún medicamento para el dolor o un antibiótico con el que pueda interferir.

 

Como recordamos siempre en la Clínica Dental Ruiz-Capillas, ante cualquier duda o problema bucodental lo mejor es acudir a un profesional de la odontología para que nos ofrezca la solución más adecuada.

El injerto de encía puede ser necesario cuando la raíz de uno o varios dientes no está totalmente cubierta por encía por haberse producido una retracción de la misma.

Las raíces de los dientes deben estar cubiertos de encía para que les sirva de protección. Cuando esta situación no se produce es porque el paciente sufre una retracción de la encía.

La retracción puede ser debida a diversos factores, como la enfermedad periodontal, la mala posición de los dientes o incluso por su cepillado con una técnica demasiado agresiva o un cepillo excesivamente duro.

La retracción de las encías no sólo afecta a la apariencia de la sonrisa del paciente sino que también puede derivar en el desarrollo de importantes problemas de salud oral, como la caries o la sensibilidad dental. Por ello, el primer paso siempre es identificar y eliminar la causa. Una vez conseguido, es el momento entonces de someterse a un injerto de encía.

 

Casos en los que aplicar el injerto de encías

Las situaciones en los que puede considerarse este tratamiento son si:

  • La retracción supone un problema estético.
  • La zona tiene mayor riesgo de caries.
  • La retracción va a peor.
  • Hay un aumento de sensibilidad al frío y al calor.
  • No es posible cepillarse correctamente por las molestias.

Suele ocurrir que el paciente no está contento con sus encías retraídas, por lo que se recurre al injerto para mejorarlas.

El principal objetivo es mejorar la calidad de la encía que lo rodea, consiguiendo un tejido de mayor grosor. El objetivo secundario está orientado a volver a cubrir la raíz del diente que había quedado expuesta.

 

Tejidos para realizar el injerto

Si cree que puede necesitar este tratamiento, el experto en periodoncia (periodoncista) de la Clínica Ruiz-Capillas se encargará de evaluar si efectivamente es un candidato válido y cuál es el tipo de tejido más adecuado para realizar injerto de encías.

En algunos casos este tejido se toma del paladar, ya que suele tener una encía de buena calidad y no produce apenas molestias.

En otros casos en los que el paciente posee suficiente material en torno al diente, el tejido puede extraerse de la encía que lo rodea.

También existe la posibilidad de recurrir a injertos sintéticos o a un banco de tejidos.

 

Beneficios del injerto de encías

  • Aísla la raíz y el nervio del diente del exterior, evitando la sensibilidad.
  • Mejora el aspecto estético y con ello la autoestima del paciente.
  • Consigue una encía más gruesa y resistente evitando que la retracción o recesión progrese.
  • Consiste en una intervención quirúrgica apenas traumática con unos magníficos resultados y un postoperatorio con escasas molestias.

 

 

 

La evolución tecnológica de las últimas décadas ha permitido la aparición de avanzadas máquinas destinadas al mundo de la odontología. Un buen ejemplo son aquellas encargadas de realizar radiogafías en 3 dimensiones como el TAC dental (Tomografía Axial Computerizada) y los CBCT (Tomografías Computerizadas de Haz Cónico).

Aunque los resultados obtenidos con ellos sean similares, existen diferencias importantes, como la menor dosis de radiación emitida en la prueba CBCT.

 

Usos de la radiología digital en 3D

La incorporación de las imágenes en 3D a la práctica odontológica son de inmensa ayuda para entre otros:

  • planificación de colocación de implantes
  • extracción de muelas del juicio
  • caninos incluidos
  • análisis de quistes y otras lesiones en los huesos maxilares
  • problemas en los senos maxilares
  • planificación de movimientos de ortodoncia en adultos

 

Gracias a la precisión de las imágenes obtenidas y al software de planificación, los implantes se colocan virtualmente en el ordenador. Así conseguimos que la cirugía sea mínima y el dolor postoperatorio casi inexistente.

 

Diferencias entre CBCT Y TAC dental

Habitualmente se habla de TAC para referirnos a todas las pruebas de imagen 3D, y aunque ambos representan una imagen en tres dimensiones de la boca del paciente, existen diferencias entre los dos exámenes radiológicos.

La distinción más importante es la relativa a la dosis de radiación que el paciente recibe en una prueba y en otra.  El CBCT emite una dosis de radiación mucho menor que la que se genera con el TAC dental.

Vinculado también a este tema es el tiempo de exposición a los rayos X. Está entre uno o dos minutos, en función de la máquina utilizada.

La última diferencia hace referencia al nombre de ambas pruebas. Aunque las dos emiten rayos X, los del TAC tienen forma espiral mientras que los del CBCT poseen forma cónica.

Teniendo en cuenta todo esto, en Clínica Ruiz-Capillas el examen radiológico utilizado es el CBCT.

Generalmente erupcionan entre los 17 y 21 años. Las molestias surgen cuando estas muelas emergen parcialmente a través de las encías, crecen torcidas o el maxilar carece de espacio suficiente para albergarlas.

 

El paso de los años da lugar a la llegada de las canas pero también del buen juicio. O eso se supone… Las muelas del juicio reciben este nombre porque suelen salir cuando se tienen entre 17 y 21 años, edad temprana en la que, teóricamente, cordura y sensatez empiezan a hacer mella en el comportamiento de las personas.

Se trata de terceros molares superiores e inferiores, los cuales están situados en el fondo de la boca. Cuando crecen sanas y con una posición correcta no causan ningún tipo de problema. Sin embargo, hay situaciones en las que el desarrollo de su crecimiento provoca ciertas dolencias.

 

Causas de las molestias provocadas por las muelas del juicio

  • Las muelas salen torcidas, siguiendo una dirección que no es la que debería.
  • Crecen únicamente de manera parcial a través de las encías pues no disponen de más espacio. Es posible entonces que una pequeña parte del tejido de la encía las cubra. A veces restos de comida quedan adheridos a este trozo de tejido y generan una infección en las encías.
  • Las muelas del juicio nacen muy atrás en la boca o bien tan apiñadas que resulta muy difícil poder hacer una correcta limpieza dental de la zona.
  • El maxilar o la mandíbula no poseen el espacio suficiente para que erupcionen de forma adecuada. Entonces se quedan retenidas en el hueso, impidiendo que puedan salir.
  • En ocasiones se forma un quiste que puede perjudicar al hueso o las raíces.

 

Síntomas de los problemas con las muelas del juicio

Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de problemas relativos a las muelas del juicio tienen que ver con personas que tienen entre 15 y 25 años. En estos casos suelen sufrir:

  • Dolores o rigidez en la mandíbula, cerca siempre de donde se encuentra una muela retenida.
  • Hinchazón o infección en la parte de tejido de la encía formado sobre la muela retenida.
  • Dolores producidos por la muela que sale en dirección equivocada y roza la lengua, la mejilla o la parte superior o inferior de la boca.
  • Caries o enfermedad de las encías al no existir espacio suficiente para poder limpiar la muela del juicio ni los dientes adyacentes.
  • Hacinamiento con los otros dientes.

 

Una vez que aparecen los síntomas resulta fundamental visitar al dentista para que examine la boca e indique el tratamiento más adecuado para cada situación. De esta manera evitaremos que las molestias se agraven aún más.

 

Te ofrecemos una docena de consejos sobre la recuperación y cuidados después de una intervención de cirugía oral. Son fáciles de cumplir, pero que en cambio aportarán grandes beneficios para que la recuperación después de la cirugía dental se dé en las mejores condiciones.

Las muelas del juicio son las últimas piezas dentales que aparecen, ya en la edad adulta. Esto ha hecho que se hayan creado mitos y creencias falsas en torno a ellas. Pero te vamos a contar cinco verdades en torno a las muelas del juicio, para que lo tengas claro.