Como cuidar las carillas dentales

Aunque las carillas dentales son muy resistentes, existe un cierto grado de fragilidad. Requieren cuidados concretos en función del material utilizado.

Las sonrisas no siempre tienen dientes en las condiciones más óptimas. Decoloración, grietas u otras imperfecciones de los dientes reducen el brillo de un gesto tan natural como necesario. Algo que tuvo muy en cuenta el dentista californiano Charles Pincus cuando en la década de los treinta del pasado siglo inventó las carillas dentales para mejorar el aspecto de las estrellas de Hollywood.

Nació así la mítica “sonrisa de Hollywood” con la que actores y actrices iluminaron los sueños del común de los mortales. El adhesivo para dentaduras fue la efímera fijación utilizada para rodar unas jornadas o acudir eventos sociales. Con el paso de los años, la evolución tecnológica permitió que ya desde 1982 las carillas dentales pudieran unirse permanentemente a los dientes.

A día de hoy, los avances realizados en la materia han mejorado considerablemente la calidad de las mismas. No obstante, a pesar de su gran resistencia, su escaso grosor les otorga un cierto grado de fragilidad. Si queremos que se mantengan en perfecto estado durante el máximo tiempo posible tendremos que realizar ciertos cuidados básicos.

 

Mantenimiento de las carillas dentales

 

Cepillado de dientes

A la hora de cepillarnos los dientes (lo ideal es hacerlo, siempre que se pueda, después de cada comida) debemos utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves, así como una pasta dental no abrasiva.

Una higiene bucal adecuada no sólo limpia y protege las carillas, también reduce el riesgo de padecer enfermedades de las encías, lo que evitará que éstas se retraigan y expongan el borde superior de las carillas.

 

Cuidado con lo que se mastica

Aunque las carillas dentales son muy resistentes, hay que tener cuidado, igual que con los dientes naturales, que en ocasiones también se rompen. Por ello, es recomendable no morder objetos muy duros, como bolígrafos, hielos, patas de marisco o huesos. Aunque es poco probable, las carillas pueden astillarse si se muerden este tipo de objetos.

Alimentos pegajosos como los chicles o los caramelos pueden, en algunos casos, propiciar un riesgo de despegue o rotura de las carillas dentales.

Precaución con las manchas

 En el caso de las carillas de composite, algunos alimentos pueden alterar su color. Igual, por cierto, que les ocurre a las piezas dentales naturales. Así que es necesario ser muy cuidadosos con el consumo de alimentos con mucho colorante o bebidas como el café, el vino tinto, los refrescos o la salsa de soja.

Este problema no lo sufren las carillas hechas de porcelana, ya que este material no sufre decoloración con el paso del tiempo. Cada paciente debe estudiar bien cuál le interesa más, contando siempre, por supuesto, con la imprescindible asesoría de un profesional.

 

Advertencia a los bruxistas

Aquellas personas que rechinan los dientes deben asegurarse de informar a su dentista, si no lo sabe ya. El bruxismo puede ejercer una gran presión sobre los dientes, llegando incluso a dañar las carillas (así como los dientes naturales), por lo que es posible que tengan que usar un protector de mordida. Les ayudará a reducir la tensión ejercida sobre los dientes mientras duermen.

Además de seguir estos interesantes consejos, en la Clínica Ruiz-Capillas recomendamos siempre la visita periódica al dentista para que compruebe que las carillas están en las condiciones adecuadas o para, en caso contrario, poner solución al problema.