No existe una edad exacta, pero es recomendable como tarde hacerlo cuando se acercan a los seis años, que es cuando comienzan a salir los dientes definitivos.

Sin duda se trata de una pregunta recurrente para numerosos padres. Conscientes del rápido crecimiento de sus hijos, la preocupación por que el desarrollo de sus dientes sea el más adecuado les suele generar cierta inquietud. Aunque no se puede precisar una edad exacta, lo recomendable es, según el consenso general de la mayoría de los profesionales, que la primera visita tenga lugar no más tarde de los seis años.

Alrededor de los seis comienzan a salir los dientes definitivos de los niños. Mientras crecen, sus estructuras bucodentales son fácilmente moldeables. Ante un problema dental detectado, como puede ser la necesidad de corregir alguna maloclusión, recurrir a la ortodoncia resultará más sencillo y económico que cuando sea mayor y todas las piezas dentales estén ya asentadas.

Gracias a esta precoz actuación, atajando el problema por medio de la ortodoncia, será posible subsanar el crecimiento incorrecto del hueso, así como potenciar el crecimiento apropiado de los maxilares.

Sin embargo, en muchas ocasiones surgen problemas antes de los 6 años. Los dientes temporales (de leche) pueden sufrir caries, infecciones, fracturas por un golpe… en todos esos casos los niños deben ser atendidos por un dentista. A pesar de no ser dientes definitivos, los dientes de leche se deben cuidar mucho, ya que una infección o fractura en un diente de leche puede producir alteraciones en dientes definitivos.

Por ello es importante cepillar los dientes de los bebés cuando les van saliendo y vigilar que no sufran golpes. Si el niño se queja de dolor al comer cosas frías o dulces, o si observamos alguna mancha negra o agujero en algún diente aunque sea de leche es importante acudir al dentista, aunque sea antes de los 6 años.

 

Problemas que soluciona la ortodoncia en niños

Maxilar superior y mandíbula inferior no poseen la misma anchura, por lo que los dientes no encajan

Es lo que se denomina mordida cruzada. Únicamente se puede comer y masticar torciendo la mandíbula hacia un lado para que coincidan así los dientes de ese lado. Realizar una ortodoncia a los seis o siete años para solucionar la mordida cruzada es sencilla y facilita que el niño mastique bien en poco más de medio año.

Los dientes definitivos salen torcidos, superpuestos, apiñados o bien no acaban de salir

Estamos ante un caso claro de falta de espacio. Algo que se puede comprobar cuando, sobre los siete u ocho años, ya han salido los cuatro incisivos superiores e inferiores. Aplicar la ortodoncia justo en este momento evitará posibles extracciones futuras de dientes destinadas a alinear aquellas piezas que salieron sin espacio.

 

Ortodoncia en niños

Dientes superiores o inferiores que sobresalen

Es debido al crecimiento desigual de los huesos de la boca. Mediante la ortodoncia en niños de seis o siete años se consigue detener o potenciar el desarrollo de dichos huesos para que puedan encajar correctamente.

Diastemas

La separación existente entre las diversas piezas dentales puede solucionarse fácilmente con la ayuda de un temprano tratamiento de ortodoncia.

 

Ortodoncias aconsejables para cada niño

A cada niño le será más adecuado un tipo de ortodoncia u otro en función de la edad que tengan y si ellos mismos son capaces ya de llevar a cabo su higiene dental de manera autónoma.

Cuando esto es así, la ortodoncia removible es la más aconsejable. No lleva brackets, lo que evita el roce con las encías y facilita la higiene. Resulta además muy cómoda y estética.

En cuanto a los niños más pequeños, cuya higiene dental requiere de la supervisión de un adulto, la ortodoncia más apropiada es la de los brackets autoligados. Utilizan aparatos que poseen una compuerta que atrapa un alambre de acero de alta calidad. No necesitan ligaduras para poder llevarlo a cabo y tampoco requieren muchos ajustes. Al ser fijos, los niños no puede extraviarlos.

No obstante, como indicamos siempre desde la Clínica Ruiz-Capillas, lo fundamental es acudir al profesional ortodoncista para que nos aconseje de cuál es el tratamiento más aconsejable para el niño.