Injerto de encía para encías retraidas

El injerto de encía puede ser necesario cuando la raíz de uno o varios dientes no está totalmente cubierta por encía por haberse producido una retracción de la misma.

Las raíces de los dientes deben estar cubiertos de encía para que les sirva de protección. Cuando esta situación no se produce es porque el paciente sufre una retracción de la encía.

La retracción puede ser debida a diversos factores, como la enfermedad periodontal, la mala posición de los dientes o incluso por su cepillado con una técnica demasiado agresiva o un cepillo excesivamente duro.

La retracción de las encías no sólo afecta a la apariencia de la sonrisa del paciente sino que también puede derivar en el desarrollo de importantes problemas de salud oral, como la caries o la sensibilidad dental. Por ello, el primer paso siempre es identificar y eliminar la causa. Una vez conseguido, es el momento entonces de someterse a un injerto de encía.

 

Casos en los que aplicar el injerto de encías

Las situaciones en los que puede considerarse este tratamiento son si:

  • La retracción supone un problema estético.
  • La zona tiene mayor riesgo de caries.
  • La retracción va a peor.
  • Hay un aumento de sensibilidad al frío y al calor.
  • No es posible cepillarse correctamente por las molestias.

Suele ocurrir que el paciente no está contento con sus encías retraídas, por lo que se recurre al injerto para mejorarlas.

El principal objetivo es mejorar la calidad de la encía que lo rodea, consiguiendo un tejido de mayor grosor. El objetivo secundario está orientado a volver a cubrir la raíz del diente que había quedado expuesta.

 

Tejidos para realizar el injerto

Si cree que puede necesitar este tratamiento, el experto en periodoncia (periodoncista) de la Clínica Ruiz-Capillas se encargará de evaluar si efectivamente es un candidato válido y cuál es el tipo de tejido más adecuado para realizar injerto de encías.

En algunos casos este tejido se toma del paladar, ya que suele tener una encía de buena calidad y no produce apenas molestias.

En otros casos en los que el paciente posee suficiente material en torno al diente, el tejido puede extraerse de la encía que lo rodea.

También existe la posibilidad de recurrir a injertos sintéticos o a un banco de tejidos.

 

Beneficios del injerto de encías

  • Aísla la raíz y el nervio del diente del exterior, evitando la sensibilidad.
  • Mejora el aspecto estético y con ello la autoestima del paciente.
  • Consigue una encía más gruesa y resistente evitando que la retracción o recesión progrese.
  • Consiste en una intervención quirúrgica apenas traumática con unos magníficos resultados y un postoperatorio con escasas molestias.