Aumento de la placa bacteriana, caries o fracturas en los dientes son algunas de las consecuencias del abuso del consumo de azúcar. La prevención es el arma más efectiva para hacerle frente a estos problemas dentales.
Dicen que la moderación es el camino más saludable para llegar a una edad avanzada. Es decir, disfrutar de lo que nos ofrece la vida pero sin abusar de ello. Y es que, ya lo dijo el famoso médico Paracelso, en la dosis está el veneno. Incluso el agua, un elemento esencial para el ser humano, si se toma en exceso y muy rápidamente puede alterar el equilibrio de sales del cuerpo.
Por ello debemos saber controlarnos en todo lo relacionado con nuestra salud. El abuso del consumo de azúcar es uno de los problemas más habituales. Sobre todo en las fechas navideñas donde resulta casi imposible decir no a los numerosos dulces presentes en cualquier reunión a la que asistamos.
La dentadura es una de las partes del cuerpo más afectadas por el consumo excesivo de azúcar. Da lugar a que se produzca un incremento de la placa bacteriana, que aparezcan las caries o bien se fracturen los dientes. La visita regular al dentista permitirá tener controlado en todo momento el estado de nuestros dientes.
Efectos del abuso de azúcar en los dientes
Aumento de la placa bacteriana
La boca es un auténtico nido de bacterias hambrientas de azúcar. Muchas de estas bacterias resultan inofensivas, sin embargo otras no lo son tanto. El azúcar les hace generar un ácido que ataca a los dientes. Aunque el flúor o el calcio de los mismos le hacen frente, el ataque continuo termina debilitándolos. Una vez alimentadas con el azúcar se reproducen, acumulándose entre los dientes cada vez en mayor cantidad. La placa que se forma con esta acumulación termina endureciéndose, lo que complica su extracción.
Aparición de caries
Las bacterias de las que hablamos se cuelan por los diferentes huecos formados en los dientes por acción del ácido. Una vez allí, se hacen fuertes. Tanto que para poder limpiarlas hace falta la ayuda de un profesional. Se detectan normalmente gracias a las manchas, la sensibilidad dental o el clásico dolor de muelas. Otras veces es el propio dentista quien las descubre tras una simple inspección rutinaria.
Encías inflamadas
La placa acumulada en los dientes inflama las encías, aumentando así la sensibilidad dental. Si esto se produce de manera continuada da lugar a que el tejido se descomponga y la encía se retire, posibilitando entonces que alguno de los dientes pueda llegar a caerse.
Fracturas en los dientes
Además de por golpes accidentales, los dientes pueden fracturarse por causa del exceso de azúcar. El ácido generado del que hablamos antes debilita el esmalte, genera las caries y crea diversas grietas que, en función de su profundidad, pueden llegar a romper el diente.
Estos son las consecuencias más destacadas para los dientes de un consumo excesivo de azúcar. Una higiene dental diaria prevendrá estos problemas. No obstante, la visita regular al dentista servirá para tener controlado el estado óptimo de nuestros dientes y solucionar cualquier alteración que pudiesen sufrir.