Hábitos-que-perjudican-la-salud-dental

Llevar un estilo de vida saludable nos ayuda a estar bien con nosotros mismos, tanto mental como físicamente. Evitar los excesos alimenticios, deportivos o laborales permite mantener un equilibrio vital que afecta positivamente a nuestro estado de ánimo.

Hacer ejercicio es importante para cuidar de la salud física. Pero la salud dental, aunque a veces se tiene menos en cuenta, es igual de importante para conseguir que nuestro cuerpo conforme un todo saludable. Practicar una correcta higiene dental resulta clave para que la boca, los dientes y las encías se conserven sanos.

Los malos hábitos bucales propician con el tiempo la aparición de caries, úlceras, maloclusión o enfermedades periodontales. Abandonar aquellas prácticas que resultan perjudiciales para nuestra salud bucodental es tan factible como necesario. Solo hay que proponérselo y ser constantes.

Hábitos orales que debes erradicar

  • Apretar la mandíbula o rechinar los dientes

Puede ocurrir durante el día o mientras duermes por la noche. Mientras que la presión de apretar a mandíbula es posible que genere abscesos dentales y daños en las encías, el rechinar de dientes provoca su desgaste.

Probablemente tu dentista te recomendará el uso de un protector bucal para usar mientras duermes y aliviar así la presión de tus dientes y encías.

  • Morderte los labios

A priori puede considerarse como una costumbre vinculada con la ansiedad. Sin embargo, desde una perspectiva dental esta acción también puede ser debida a una mordida desalineada. Un tipo de mordida que únicamente ejerce presión sobre unos pocos dientes. Con el tiempo, este mal hábito en ocasiones da lugar a que los dientes se astillen o incluso se rompan.

Para ponerle solución primero es preciso identificar los factores desencadenantes del mismo. También es recomendable practicar ejercicios de relajación muscular progresiva con el objetivo de liberar la tensión de los músculos de la mandíbula.

  • Morderte las uñas

Como el anterior hábito, está vinculado a menudo con la ansiedad y el estrés. Las raíces de los dientes pueden debilitarse con esta costumbre, incrementando la posibilidad de que el hueso de la mandíbula las reabsorba y el diente se caiga. Hay que tener en cuenta también que bajo las uñas hay bacterias que pueden pasar a la boca y afectar a las encías.

Mantenerlas cortas evita a menudo la tentación de morderlas. Cuando la fuerza de voluntad no es suficiente, existen líquidos transparentes y amargos para cubrirlas que quitan las ganas tras contacto con la boca.

  • Morder en el hielo

Aunque puede servir de alivio instantáneo cuando hace mucho calor, la temperatura de congelación del hielo puede dañar la superficie del esmalte dental, originando fracturas o problemas dentales más importantes.

Es cierto que el hielo triturado genera menos impacto en los dientes. No obstante, lo mejor es evitar comer o morder alimentos en estado de congelación.

  • Usar tus dientes como herramientas.

Es bastante común utilizar nuestra dentadura para abrir una bolsa de plástico, cortar un hilo o incluso quitar la chapa metálica que sella el botellín de cerveza. Parece algo intrascendente, pero usar los dientes para algo para lo que no están diseñados conlleva el riesgo rotura o de lesión de la mandíbula.

La única manera de evitarlo es usar siempre para abrir o cortar cualquier objeto el útil indicado para ello, ya sea un abrebotellas, unas tijeras, un cuchillo…

  • Consumir bebidas carbonatadas

Pese a que resultan muy refrescantes, el exceso de ácido carbónico en tu boca erosiona el esmalte de los dientes y puede generar manchas y caries. Los dientes se van desgastando poco a poco.

Como todo en la vida, en la dosis está el veneno. No está mal tomarlas de vez en cuando, pero la mejor opción es optar por bebidas saludables como el agua o los zumos naturales. Estos últimos contienen menos azúcar y ácido carbónico, ambos perjudiciales para tu dentadura.

  • Utilizar cepillos de dientes de cerdas duras

En tu cepillado de dientes habitual, ¿usas cepillos de cerdas duras? Si es así, su efecto puede ser más perjudicial que beneficioso. La dureza de las cerdas podría desgastar el esmalte de los dientes e impulsar la recesión de las encías. Aumentaría así la sensibilidad dental y favorecería la aparición de las encías.

La acumulación de placa se puede llevar a cabo perfectamente con cepillos de cerdas suaves. Así no dañarás ni dientes ni encías.

  • Fumar

Además de ser perjudicial para salud en general, provoca manchas en los dientes y enfermedades en las encías debido a la placa bacteriana. En el peor de los casos, el consumo de tabaco puede dar lugar al cáncer de boca.

Ante estas expectativas tan poco favorables, lo más lógico es que dejes de fumar cuanto antes. En poco tiempo notarás una mejoría generalizada que no querrás perder ya.