El estrés o diversas condiciones médicas son algunos de los causantes del bruxismo. El desgaste excesivo de los dientes puede dar lugar a la necesidad de coronas, implantes o al uso de dentaduras postizas.
A veces las preocupaciones de la vida diaria nos las llevamos también a la cama. En lugar de conciliar el sueño no hacemos más que darle vueltas a nuestros problemas, apretando los dientes unos contra otros de manera involuntaria. Esta sería una de las causas más habituales del bruxismo.
Una dolencia provocada por el roce continuado de las piezas dentales, generalmente mientras se duerme. Es lo que popularmente se denomina rechinar los dientes. Puede generarse tras apretar unos contra otros o bien por el rozamiento de los dientes superiores con los inferiores de un lado a otro.
El resultado de esta acción, que se realiza sin intención, suele ser una incómoda y constante molestia en la mandíbula así como dolor de cabeza. Como generalmente se produce durante el sueño, resulta bastante difícil a quienes lo sufren ser conscientes de su problema.
Además de por el estrés, el bruxismo está relacionado también por las condiciones médicas de la persona. Cuando este rechinar de dientes es excesivo puede ocurrir que se rompa alguna pieza dental, se suelte o sufra tal desgaste que resulte necesario el uso de coronas, implantes o incluso el uso de dentaduras postizas.
Consejos para evitar rechinar los dientes
Protector nocturno
El dentista puede personalizarnos un protector nocturno que se ajuste sobre los dientes superiores. Su misión es la de proteger los dientes mientras se produce el bruxismo nocturno. La composición de estos protectores dentales suele ser de plástico.
Baño caliente
El agua caliente facilita la relajación de los músculos de la mandíbula. Por ello el baño tiene que realizarse antes de acostarse. Otro recurso válido es mojar una toallita en agua caliente y, tras escurrirla, pasarla la mandíbula en un suave masaje.
Hacer ejercicio
Como dijimos anteriormente, uno de los principales causantes del bruxismo es el estrés. Hacer ejercicio es una manera fantástica de reducir el estrés, además de práctica muy saludable.
Evitar morder objetos
Lo único que tienen que masticar los dientes es comida. La costumbre de morder bolígrafos u otro tipo de artículos duros hace que los músculos de la mandíbula se acostumbren a apretar. Algo que aumentará la posibilidad de que rechinen los dientes.
Recurrir a un profesional
Cuando se padece un estrés severo la terapia con un psicólogo o psiquiatra permitirá aliviarlo y con ello también el rechinar de los dientes.
Evitar comidas masticables
Cuando se padece bruxismo lo más recomendable es alejarse de alimentos que hacen trabajar bastante a la mandíbula, como las palomitas de maíz, un bistec o comer chicle.