Algo muy común en el ser humano es desear aquello que no tiene, pero sin valorar a menudo las cosas que sí posee. Y que otros añoran de él, por cierto. Disponer de una sonrisa bonita es una de ellas. No obstante, quien la tiene no suele pensar mucho en su suerte.
En cambio, muchas de las personas con sonrisa imperfecta tratan de ocultarla pues les causa ansiedad y estrés. La falta de piezas dentales o tener los dientes torcidos o manchados provocan falta de confianza en uno mismo. Incluso recientes estudios médicos indican que las personas que evitan ir al dentista tienden a ser más infelices en su vida.
Saltarse las visitas periódicas al dentista las convierte en más propensas a sufrir la enfermedad de las encías, perder dientes y otros problemas de salud oral que afectan a su día a día. Las consecuencias de su falta de cuidado dental son un peor estado de salud general y ausencia de entusiasmo vital.
Sonreír es sano
Al expresar facialmente un sentimiento de satisfacción, como es una sonrisa, liberamos endorfinas. Estas hormonas generadas por el cuerpo pueden aliviar el dolor y dar sensación de bienestar. Sonreír facilita también el aumento de la autoestima y la mejora de la salud mental en general.
Una sonrisa infantil imperfecta resulta hasta tierna, mientras que en un adulto tiene muy poca aceptación social. Esto puede dar lugar a su pérdida de la autoestima al percibir como la gente se siente poco atraída por él. La tristeza generada por esta situación puede afectar en algunos casos a la salud.
Tipos de sonrisas
Hay tres tipos de sonrisas que reflejan las actividades de nuestro cerebro cuando las utilizamos: espontáneas, sociales y emocionales.
Sonrisa espontánea
Tiene lugar cuando vivimos una situación que nos agrada, ya sea charlando con un amigo que nos hace mucha gracia o viendo un programa de televisión muy divertido.
En estas situaciones el cerebro libera dopamina como respuesta a dichos estímulos, lo que da lugar a una sensación de felicidad vinculada a la sonrisa espontánea.
Sonrisa social
Es utilizada cuando interactuamos con otras personas. En muchas ocasiones se trata de sonrisas falsas, pero siguen afectando a nuestro estado de ánimo y a nuestra manera de interaccionar con los demás.
Sonrisa emocional
Sin duda es la más auténtica de todas. Tiene lugar cuando nos sentimos verdaderamente felices o tristes. En este caso, el cerebro libera oxitocina en respuesta a ellas.
Tanto el cerebro como el cuerpo trabajan juntos con el objetivo de regular los estados de ánimo de los seres humanos. Con la sonrisa comunicamos emociones positivas a los demás. Transmitimos además con ella el mensaje de que somos amables y accesibles, lo que impulsa a los demás a querer interactuar con nosotros. El efecto de la sonrisa en la autoestima es real.
¿Cómo recuperar la sonrisa que oculto?
El complejo de tener una dentadura poco agraciada hace que muchas personas eviten sonreír a toda costa. No es una buena solución. Si ese es tu problema, la visita al dentista es la mejor manera de recuperar tu sonrisa y elevar también tu autoestima.
Un profesional de la salud bucodental especializado en odontología estética te aconsejará sobre posibles opciones: tratamiento estético con carillas, blanqueamiento dental, corrección del apiñamiento dental… Junto a sus soluciones también debes aportar tu compromiso de constancia con la higiene dental, como el cepillado diario de los dientes y el uso de hilo dental.
Todos estos avances darán lugar seguramente a una bonita sonrisa y a una mejora considerable de tu autoestima. Solo queda entonces reír, ya que la risa es la mejor medicina que existe para la salud física y mental.