Seguimos con la serie de posts sobre restauraciones de cerámica estéticas (carillas, microcarillas, fragmentos…). Si hace poco te explicamos qué son las carillas dentales, en esta ocasión vamos a describirte en qué consisten las microcarillas dentales. 

¿No te animas a sonreir porque tus dientes no lucen bonitos? ¿Temes enfrentarte a costosos y molestos tratamientos para conseguir una sonrisa bonita? Sigue leyendo porque te explicamos una posible solución.

Se trata de un tratamiento de odontología estética del que tenemos mucha experiencia en nuestra consulta.

Las microcarillas son restauraciones de cerámica que adherimos sobre el propio diente, sin necesidad de tocarlo. Es, por tanto, un tratamiento muy conservador, en el que básicamente añadimos al diente lo que le falta, recuperando su armonía y forma. El resultado es sutil y satisfactorio, recuperando además de la estética, la función de la pieza.

Son láminas de cerámica ultrafinas de 0,2-0,3 mm de espesor como una lente de contacto fabricadas en el laboratorio protésico.

Las microcarillas dentales aportan una solución en determinados casos:

• Dientes delanteros con antiguas restauraciones de composite.
• Alteraciones en la forma del diente, bien sea por su forma original, o producidas por desgastes, fracturas…
• Cierre de diastemas, o dientes separados.

Al ser una restauración tan fina, son prácticamente transparentes. Por ello, aunque son muy conservadoras, su uso queda limitado a casos en las que la situación de partida es relativamente correcta, en cuanto a color y posición de los dientes. Estando contraindicadas en casos de:

• Alteraciones de color que no mejoran con blanqueamiento
• Maloposición de los dientes, apiñamiento, dientes descolocados
• Ausencia de algún diente

Como ya hemos dicho, este tipo de tratamiento ofrece numerosas ventajas, lo que lo convierte en uno de nuestros tratamientos estrella en estética dental, en el que contamos con gran experiencia y casos de éxito:

• Se trata de un tratamiento corto, no doloroso
• No es necesario tallar el diente. No resulta un tratamiento invasivo.
• No produce rechazo.
• Es totalmente reversible.
• Tiene larga duración, una vez colocadas son resistentes a pesar de su poco espesor.
• El aspecto y el brillo se mantiene en el tiempo.

Como ya hemos mencionado, en esta técnica no es necesario tallar el diente.

Es un tratamiento especializado y técnicamente complejo, ya que es necesario que el ajuste de la carilla al diente se dé exactamente, para que no se aprecie.

El tratamiento se realiza en tres visitas, de las que una sola es la del tratamiento en sí:

• En la primera, realizamos una evaluación, un análisis completo de la situación, en el que se determinan la forma, tono, tamaño y textura de los dientes. Pero también se estudia la boca en global, para ofrecer el mejor de los resultados posibles: el tamaño y forma de los labios, las encías, el tipo de sonrisa, la forma facial, etc.

Con esta primera valoración ya es posible presentar un proyecto al/la paciente y su valoración en términos de tiempo, resultados y coste económico.

Si es necesario realizar un blanqueamiento para mejor el color de base del diente, se planifica en esta visita y se realiza antes de la siguiente fase.

• Una vez aceptado éste por parte del/la paciente, se toman las medidas, por medio de impresiones. Éstas pasan al laboratorio dental, donde las fabricamos.
• Y en una tercera y definitiva visita, colocamos las microcarillas dentales. Se trata de un proceso rápido que no requiere de anestesia.

Para entender mejor en que consiste este tratamiento, os mostramos un caso real de nuestra clínica. Los bordes de los dientes estaban desgastado de forma irregular y realizamos blanqueamiento, microcarillas en los dos incisivos centrales y dos pequeñas restauraciones de composite en los incisivos laterales.