Estudios realizados sobre la materia indican que una de cuada cuatro personas con apnea obstructiva del sueño padece también bruxismo.

Si en anteriores artículos del blog hemos descrito las causas más habituales que dan lugar al bruxismo o rechinamiento de dientes, en este hablaremos de la relación existente entre la apnea del sueño y el bruxismo.

La apnea del sueño es una afección en la que los músculos de la garganta obstruyen las vías respiratorias, así como los conductos nasales. El resultado es que se produce un alto en la respiración durante varios periodos de tiempo a lo largo de la noche. Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, casi una de cada cuatro personas con apnea obstructiva del sueño rechina los dientes por la noche. Y son los hombres los más propensos a verse afectados por esta situación.

Síntomas comunes de la apnea del sueño y del bruxismo en adultos

Despertarse a menudo con dolores de cabeza, de oído, sensación de cansancio, con los músculos de la mandíbula tensos o con los dientes sensibles, lo más probable es que padezcamos de bruxismo. También es habitual que se  manifieste con el desgaste de los dientes o cambios en la forma de los mismos.

La apnea del sueño, en cambio, es algo más difícil de detectar. No obstante, ciertos signos comunes de la apnea del sueño son:

  • Roncar con fuerza
  • Sensación de cansancio, incluso después de una noche completa de sueño y tener una somnolencia diurna excesiva (hipersomnio)
  • Dificultad para permanecer dormido (insomnio)
  • Despertar con la boca seca, dolor de garganta o dolor de cabeza
  • Despertarse a veces jadeando o con falta de aire
  • Despertarse a menudo para ir al baño
  • Problemas de atención, concentración y memoria
  • Mayor irritabilidad y cambios de humor

Síntomas comunes de la apnea del sueño y del bruxismo en niños

Los niños también experimentan síntomas de apnea del sueño y bruxismo. Curiosamente, muchos de estos síntomas son similares a los del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), como pueden ser:

  • Dificultad de aprendizaje
  • Falta de atención
  • Bajo rendimiento escolar

Algunos de los indicios a los que hay que prestar atención en los niños para ver si padecen apnea pueden ser:

  • Ronquidos
  • Somnolencia diurna excesiva
  • Respiración bucal intensa, tanto despiertos como dormidos
  • Pausas repetidas en la respiración durante el sueño
  • Mojar la cama

 

Riesgos generados por la apnea del sueño y bruxismo constantes

Aquellos casos a los que no se les presta la atención necesaria pueden derivar en problemas de salud graves, como diabetes de tipo 2, reflujo ácido, mala función inmunitaria, pérdida de memoria y mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o una insuficiencia cardíaca.

Aparte de los síntomas de dolor y cansancio de la mandíbula, dolores de cabeza y sensibilidad dental, el rechinar de dientes nocturno puede romper, aflojar o desgastar con el tiempo los dientes, el esmalte, las coronas y los empastes.

 

Recomendaciones para aliviar la apnea del sueño y el bruxismo

  • Controlar los niveles de estrés. El bruxismo es especialmente una respuesta al estrés y la ansiedad.
  • Adelgazar y mantener un peso saludable. La obesidad incrementa la probabilidad de obstrucción de las vías respiratorias y estrechamiento de los conductos nasales.
  • Limitar el consumo de alcohol. El alcohol relaja los músculos de la garganta, provocando ronquidos y la interrupción del ciclo de sueño. Por si fuera poco, contribuye a la inflamación de las vías respiratorias, bloqueando la respiración.
  • Tratar de no comer al menos 2-3 horas antes de acostarse.
  • Dejar de fumar. El tabaco provoca inflamación e hinchazón en la garganta.
  • Evitar la cafeína después del mediodía.
  • Cambiar de posición al dormir. Dormir boca arriba relaja los músculos de la garganta, lo que restringe el flujo de aire.
  • Mantener un horario de sueño constante, acostándose y despertándose a las mismas horas todos los días.
  • Hacer ejercicio a diario.

 

Si estos cambios en el estilo de vida no mejoran el sueño, algunos de los tratamientos habituales para la apnea del sueño y el bruxismo son la medicación, la cirugía o el uso de aparatos bucales para reposicionar la mandíbula o la lengua y mantener abiertas las vías respiratorias mientras se duerme. La colocación de

Nuestra limpieza diaria de dientes es nuestra mejor defensa frente a las enfermedades bucodentales, pero aún manteniendo una buena higiene dental puede haber ocasiones en que se acumule placa o sarro en determinadas zonas.

¿Es recomendada una limpieza para personas que cepillan sus dientes a diario?

Esta rutina diaria no evita al 100% que se acumule placa o sarro en determinadas zonas. La limpieza dental profesional realizada por un higienista dental tiene como objetivo eliminar la placa, el sarro y las manchas que se han acumulado en los dientes.
Por ello, la limpieza profesional de los dientes es una parte crucial de una buena higiene bucal y es necesaria periódicamente para mantener la salud de sus dientes y encías.

¿Cada cuánto tiempo puedo realizarme una limpieza?

La mayoría de los dentistas recomiendan realizar una limpieza profesional de los dientes cada 6-12 meses para reducir la probabilidad de que la enfermedad periodontal progrese. Esta recomendación no es aplicable a todos los casos y dependerá de los hábitos de cada persona, de su buen uso del cepillo o la seda dental. En la revisión periódica, el dentista analizando su caso podrá recomendar un tiempo idóneo entre limpiezas.

¿En qué consiste la limpieza bucal?

Las limpiezas dentales están diseñadas para eliminar la placa, las manchas y los depósitos de sarro que se han acumulado en los dientes con el tiempo. La placa es una película pegajosa y blanda que contiene millones de bacterias. Estas bacterias que se encuentran en la placa son las que causan la enfermedad de las encías y la caries dental, al ser blanda se puede eliminar con las técnicas de limpieza en casa, como el cepillado después de cada comida y el uso del hilo dental
En cambio, el sarro, o cálculo dental, es un depósito duro y calcificado que se forma a partir de la placa cuando esta no se elimina correctamente. Esto ya no se puede eliminar en casa por parte del paciente. Las clínicas dentales utilizamos instrumentos especializados para eliminar suavemente estos depósitos sin dañar los dientes.  La herramienta que se suele utilizar para limpiar los dientes es un instrumento ultrasónico, este aparato utiliza suaves vibraciones para aflojar los trozos de sarro más grandes.
Una vez desprendidos los trozos de sarro más grandes, el dentista puede utilizar instrumentos manuales más finos. Estas herramientas, a menudo denominadas curetas o escaladores, están diseñadas para eliminar los depósitos más pequeños de los dientes y alisar las superficies dentales. Una vez que las superficies de los dientes están limpias, la higienista pulirá los dientes. Utilizando cepillos especiales y pastas abrillantadoras eliminamos las manchas y dejamos suaves los dientes.

¿El exceso de limpiezas dentales desgasta los dientes?

A veces, algunos pacientes preguntan si las limpiezas dentales desgastan el esmalte. La respuesta rápida es que no desgastan el esmalte ni hacen que sea más frágil, siendo necesarias siempre que se acumula sarro. Como cualquier tratamiento o rutina no hay que abusar de ella. En cualquier caso será el dentista el que valorará siempre la idoneidad de realizarla y la frecuencia.
Si la acumulación de placa y sarro es constante puede ser recomendable que el dentista nos explique como cepillarnos correctamente en casa para evitar esos problemas
Si tienes cualquier duda sobre este u otros temas, ya sabéis que estamos a vuestra disposición

Ya tenemos disponible el número 14 de la revista Sonrisas. Una selección de interesantísimos artículos publicada por BQDC, la asociación de clínicas dentales de España y Portugal. La Clínica Ruiz-Capillas forma parte también de dicha asociación.

Se trata sin duda de una magnífica manera de compartir conocimiento. Entre la información destacable de este número podemos encontrar:

  • Un cuestionario en el que pondrás a prueba tu conocimiento sobre salud bucodental.
  • Un reportaje sobre algunas curiosidades sobre la mujer y la odontología a lo largo de la historia.
  • Resuelve tus dudas sobre si es perjudicial para nuestra boca tomar chicle.

Para leer la revista completa pincha aquí

El consumo de bebidas deportivas, las barritas energéticas o apretar los dientes mientras se practica ejercicio pueden afectar a la salud dental de los corredores.

 

Correr se ha convertido en una práctica deportiva la cual, conforme pasan los años, va ganando cada día más adeptos. Sus beneficios para mejorar la salud física y mental son indiscutibles. Sin embargo, dicha práctica también puede aumentar la vulnerabilidad respecto a determinados riesgos vinculados a la salud bucodental.

A veces, los deportistas notan molestias o dolor en los dientes mientras corren. Puede tratarse de una señal que indica que el esmalte de sus dientes se ha desgastado, dejando expuesta la dentina subyacente. En estos casos, las bebidas frías o el viento favorecen esa sensibilidad al correr. Los practicantes de este deporte suelen experimentar problemas bucodentales debidos a:

 

Consumo de bebidas deportivas

Sirven para rehidratar a los corredores tras duros entrenamientos, carreras o competiciones de lo más variado. El problema radica en que el consumo de bebidas azucaradas debilita el esmalte. Al reblandecer, los dientes son más vulnerables a la sensibilidad y las caries. Para reducir el riesgo lo mejor es beber agua u otro tipo de bebidas menos ácidas.

Respiración bucal

Los corredores precisan de importantes cantidades de oxígeno para alimentar a sus músculos. Su tendencia es respirar más por la boca que la mayoría de la gente. Cuando se convierte en habitual, la boca acaba resecándose y generando un entorno propicio para las bacterias que provocan las caries. Es posible evitarlo bebiendo mucha agua y centrándose en respirar por la nariz todo lo que le sea posible.

Consumo de determinados alimentos

Las barritas de proteínas densas, los chicles pegajosos y los alimentos crujientes pueden dañar los dientes y las reconstrucciones. Los corredores deben evitar los frutos secos duros y los alimentos procesados densos. Los tentempiés naturales más suaves resultarán mejore para su estómago y dientes.

Uso de los dientes como herramientas

Durante una carrera es habitual que los corredores abran las barritas energéticas y los tentempiés con los dientes. Aunque no lo parezca, esta acción supone una típica causa de fracturas dentales. Para evitarlo lo mejor es envasar los tentempiés en bolsas con cierre fácil que se puedan abrir con un mínimo esfuerzo.

Bruxismo

Los corredores más competitivos suelen apretar las mandíbulas y rechinar los dientes por la noche o durante las sesiones de velocidad más duras. Con el tiempo, esto puede desgastar el esmalte de los dientes y generar un doloroso trastorno de la articulación temporomandibular. Si no quieren que tal inconveniente tenga lugar, deben esforzarse en relajar la cara mientras entrenan o compiten. Cuando los problemas se producen por la noche, un profesional de la odontología puede crear un protector bucal a medida para evitar que se dañes los dientes mientras duermen.

El injerto de encía puede ser necesario cuando la raíz de uno o varios dientes no está totalmente cubierta por encía por haberse producido una retracción de la misma.

Las raíces de los dientes deben estar cubiertos de encía para que les sirva de protección. Cuando esta situación no se produce es porque el paciente sufre una retracción de la encía.

La retracción puede ser debida a diversos factores, como la enfermedad periodontal, la mala posición de los dientes o incluso por su cepillado con una técnica demasiado agresiva o un cepillo excesivamente duro.

La retracción de las encías no sólo afecta a la apariencia de la sonrisa del paciente sino que también puede derivar en el desarrollo de importantes problemas de salud oral, como la caries o la sensibilidad dental. Por ello, el primer paso siempre es identificar y eliminar la causa. Una vez conseguido, es el momento entonces de someterse a un injerto de encía.

 

Casos en los que aplicar el injerto de encías

Las situaciones en los que puede considerarse este tratamiento son si:

  • La retracción supone un problema estético.
  • La zona tiene mayor riesgo de caries.
  • La retracción va a peor.
  • Hay un aumento de sensibilidad al frío y al calor.
  • No es posible cepillarse correctamente por las molestias.

Suele ocurrir que el paciente no está contento con sus encías retraídas, por lo que se recurre al injerto para mejorarlas.

El principal objetivo es mejorar la calidad de la encía que lo rodea, consiguiendo un tejido de mayor grosor. El objetivo secundario está orientado a volver a cubrir la raíz del diente que había quedado expuesta.

 

Tejidos para realizar el injerto

Si cree que puede necesitar este tratamiento, el experto en periodoncia (periodoncista) de la Clínica Ruiz-Capillas se encargará de evaluar si efectivamente es un candidato válido y cuál es el tipo de tejido más adecuado para realizar injerto de encías.

En algunos casos este tejido se toma del paladar, ya que suele tener una encía de buena calidad y no produce apenas molestias.

En otros casos en los que el paciente posee suficiente material en torno al diente, el tejido puede extraerse de la encía que lo rodea.

También existe la posibilidad de recurrir a injertos sintéticos o a un banco de tejidos.

 

Beneficios del injerto de encías

  • Aísla la raíz y el nervio del diente del exterior, evitando la sensibilidad.
  • Mejora el aspecto estético y con ello la autoestima del paciente.
  • Consigue una encía más gruesa y resistente evitando que la retracción o recesión progrese.
  • Consiste en una intervención quirúrgica apenas traumática con unos magníficos resultados y un postoperatorio con escasas molestias.

 

 

 

Ya tenemos disponible el número 13 de la revista Sonrisas. Una selección de interesantísimos artículos publicada por BQDC, la asociación de clínicas dentales de España y Portugal. La Clínica Ruiz-Capillas forma parte también de dicha asociación.

Se trata sin duda de una magnífica manera de compartir conocimiento. Entre la información destacable de este número podemos encontrar:

  • Artículo del Dr. Mariano Sanz, expresidente de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), en el que nos explica por qué las personas con periodontitis tienen casi nueve veces más probabilidades de morir si caen enfermas de Covid-19.
  • Un entretenido cuestionario que pone a prueba a los lectores sobre si son verdaderos o falsos algunos de los más populares mitos relativos a la salud bucodental.
  • Los peligros de seguir un tratamiento de ortodoncia que carezca de una supervisión provisional. La importancia de un correcto diagnóstico resulta siempre fundamental.

Para leer la revista completa pincha aquí

Aunque las carillas dentales son muy resistentes, existe un cierto grado de fragilidad. Requieren cuidados concretos en función del material utilizado.

Las sonrisas no siempre tienen dientes en las condiciones más óptimas. Decoloración, grietas u otras imperfecciones de los dientes reducen el brillo de un gesto tan natural como necesario. Algo que tuvo muy en cuenta el dentista californiano Charles Pincus cuando en la década de los treinta del pasado siglo inventó las carillas dentales para mejorar el aspecto de las estrellas de Hollywood.

Nació así la mítica “sonrisa de Hollywood” con la que actores y actrices iluminaron los sueños del común de los mortales. El adhesivo para dentaduras fue la efímera fijación utilizada para rodar unas jornadas o acudir eventos sociales. Con el paso de los años, la evolución tecnológica permitió que ya desde 1982 las carillas dentales pudieran unirse permanentemente a los dientes.

A día de hoy, los avances realizados en la materia han mejorado considerablemente la calidad de las mismas. No obstante, a pesar de su gran resistencia, su escaso grosor les otorga un cierto grado de fragilidad. Si queremos que se mantengan en perfecto estado durante el máximo tiempo posible tendremos que realizar ciertos cuidados básicos.

 

Mantenimiento de las carillas dentales

 

Cepillado de dientes

A la hora de cepillarnos los dientes (lo ideal es hacerlo, siempre que se pueda, después de cada comida) debemos utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves, así como una pasta dental no abrasiva.

Una higiene bucal adecuada no sólo limpia y protege las carillas, también reduce el riesgo de padecer enfermedades de las encías, lo que evitará que éstas se retraigan y expongan el borde superior de las carillas.

 

Cuidado con lo que se mastica

Aunque las carillas dentales son muy resistentes, hay que tener cuidado, igual que con los dientes naturales, que en ocasiones también se rompen. Por ello, es recomendable no morder objetos muy duros, como bolígrafos, hielos, patas de marisco o huesos. Aunque es poco probable, las carillas pueden astillarse si se muerden este tipo de objetos.

Alimentos pegajosos como los chicles o los caramelos pueden, en algunos casos, propiciar un riesgo de despegue o rotura de las carillas dentales.

Precaución con las manchas

 En el caso de las carillas de composite, algunos alimentos pueden alterar su color. Igual, por cierto, que les ocurre a las piezas dentales naturales. Así que es necesario ser muy cuidadosos con el consumo de alimentos con mucho colorante o bebidas como el café, el vino tinto, los refrescos o la salsa de soja.

Este problema no lo sufren las carillas hechas de porcelana, ya que este material no sufre decoloración con el paso del tiempo. Cada paciente debe estudiar bien cuál le interesa más, contando siempre, por supuesto, con la imprescindible asesoría de un profesional.

 

Advertencia a los bruxistas

Aquellas personas que rechinan los dientes deben asegurarse de informar a su dentista, si no lo sabe ya. El bruxismo puede ejercer una gran presión sobre los dientes, llegando incluso a dañar las carillas (así como los dientes naturales), por lo que es posible que tengan que usar un protector de mordida. Les ayudará a reducir la tensión ejercida sobre los dientes mientras duermen.

Además de seguir estos interesantes consejos, en la Clínica Ruiz-Capillas recomendamos siempre la visita periódica al dentista para que compruebe que las carillas están en las condiciones adecuadas o para, en caso contrario, poner solución al problema.

 

 

No existe una edad exacta, pero es recomendable como tarde hacerlo cuando se acercan a los seis años, que es cuando comienzan a salir los dientes definitivos.

Sin duda se trata de una pregunta recurrente para numerosos padres. Conscientes del rápido crecimiento de sus hijos, la preocupación por que el desarrollo de sus dientes sea el más adecuado les suele generar cierta inquietud. Aunque no se puede precisar una edad exacta, lo recomendable es, según el consenso general de la mayoría de los profesionales, que la primera visita tenga lugar no más tarde de los seis años.

Alrededor de los seis comienzan a salir los dientes definitivos de los niños. Mientras crecen, sus estructuras bucodentales son fácilmente moldeables. Ante un problema dental detectado, como puede ser la necesidad de corregir alguna maloclusión, recurrir a la ortodoncia resultará más sencillo y económico que cuando sea mayor y todas las piezas dentales estén ya asentadas.

Gracias a esta precoz actuación, atajando el problema por medio de la ortodoncia, será posible subsanar el crecimiento incorrecto del hueso, así como potenciar el crecimiento apropiado de los maxilares.

Sin embargo, en muchas ocasiones surgen problemas antes de los 6 años. Los dientes temporales (de leche) pueden sufrir caries, infecciones, fracturas por un golpe… en todos esos casos los niños deben ser atendidos por un dentista. A pesar de no ser dientes definitivos, los dientes de leche se deben cuidar mucho, ya que una infección o fractura en un diente de leche puede producir alteraciones en dientes definitivos.

Por ello es importante cepillar los dientes de los bebés cuando les van saliendo y vigilar que no sufran golpes. Si el niño se queja de dolor al comer cosas frías o dulces, o si observamos alguna mancha negra o agujero en algún diente aunque sea de leche es importante acudir al dentista, aunque sea antes de los 6 años.

 

Problemas que soluciona la ortodoncia en niños

Maxilar superior y mandíbula inferior no poseen la misma anchura, por lo que los dientes no encajan

Es lo que se denomina mordida cruzada. Únicamente se puede comer y masticar torciendo la mandíbula hacia un lado para que coincidan así los dientes de ese lado. Realizar una ortodoncia a los seis o siete años para solucionar la mordida cruzada es sencilla y facilita que el niño mastique bien en poco más de medio año.

Los dientes definitivos salen torcidos, superpuestos, apiñados o bien no acaban de salir

Estamos ante un caso claro de falta de espacio. Algo que se puede comprobar cuando, sobre los siete u ocho años, ya han salido los cuatro incisivos superiores e inferiores. Aplicar la ortodoncia justo en este momento evitará posibles extracciones futuras de dientes destinadas a alinear aquellas piezas que salieron sin espacio.

 

Ortodoncia en niños

Dientes superiores o inferiores que sobresalen

Es debido al crecimiento desigual de los huesos de la boca. Mediante la ortodoncia en niños de seis o siete años se consigue detener o potenciar el desarrollo de dichos huesos para que puedan encajar correctamente.

Diastemas

La separación existente entre las diversas piezas dentales puede solucionarse fácilmente con la ayuda de un temprano tratamiento de ortodoncia.

 

Ortodoncias aconsejables para cada niño

A cada niño le será más adecuado un tipo de ortodoncia u otro en función de la edad que tengan y si ellos mismos son capaces ya de llevar a cabo su higiene dental de manera autónoma.

Cuando esto es así, la ortodoncia removible es la más aconsejable. No lleva brackets, lo que evita el roce con las encías y facilita la higiene. Resulta además muy cómoda y estética.

En cuanto a los niños más pequeños, cuya higiene dental requiere de la supervisión de un adulto, la ortodoncia más apropiada es la de los brackets autoligados. Utilizan aparatos que poseen una compuerta que atrapa un alambre de acero de alta calidad. No necesitan ligaduras para poder llevarlo a cabo y tampoco requieren muchos ajustes. Al ser fijos, los niños no puede extraviarlos.

No obstante, como indicamos siempre desde la Clínica Ruiz-Capillas, lo fundamental es acudir al profesional ortodoncista para que nos aconseje de cuál es el tratamiento más aconsejable para el niño.